diumenge, de març 05, 2006

Corre, que ya queda poco

IGNACIO CARRIÓN
EL PAÍS - 05-03-2006

Corre, que ya queda poco

En Francia las multas por exceso de velocidad pueden sobrepasar los 7.000 euros. Primero pagas y después recurres. El Estado francés dedica el 40% de la recaudación por multas a mejorar la seguridad de las carreteras. Y también a incrementar el número de aparatos de radar gracias a los que se detecta a los infractores. En Francia disponen de muchos más aparatos que en España. Por cada radar de los nuestros ellos tienen veinte. La instalación de sistemas antiradar en los automóviles está prohibida. Te pillan con uno de esos artilugios y te vuela el carné. La estadística francesa confirma el descenso de un tercio de las muertes por accidentes de tráfico en los dos últimos años.
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A los pocos días se dio en España la noticia de un conductor que viajaba a 260 kilómetros por hora en un tramo de carretera cuya limitación de velocidad era de 120 kilómetros por hora. Los guardias le multaron con 600 euros, que es la sanción máxima en la actualidad en nuestro país. Y lo dejaron continuar su viaje. Esto ocurría a las cinco de la tarde en la carretera de León a Burgos. El conductor, de 41 años, iba al volante de un Audi A8.

En Francia no habría seguido al volante de ese automóvil, ni de ningún otro. La policía lo habría inmovilizado. Y al conductor lo habrían llevado al juez.

En aquel reportaje de la Cuatro sacaron a vendedores de coches en el país vecino tratando de persuadir a los compradores para que adquirieran el piloto automático, o el limitador de velocidad. Ahora los coches ya salen de fábrica con el sistema incorporado. El conductor fija la velocidad de crucero. Si se distrae y acelera, o si frena y se desactiva el sistema, suena una señal que le advierte de ello. De manera que es consciente si desatiende el aviso.

Aquí los vendedores siguen vendiendo velocidad y pocas veces otra cosa que no sea potencia y más potencia. Vender velocidad no es sólo una insensatez, sino incluso un delito.
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El CIS ha hecho una encuesta para saber si los españoles sabemos cuántas personas perdieron la vida durante los diez primeros meses del 2005 en las carreteras. Sólo el 16% acertó la cifra: 2.814 muertos. En cambio, un 84% creía que solamente murieron mil. Y mil no parecen bastantes muertos.

Cuando un país, en su conjunto, se muestra tan insensible ante esta auténtica tragedia, algo hay que hacer, digo yo. Si nuestros gobernantes están ahí no es para hacer encuestas y decirnos lo bestias que somos, algo que ya sabemos, sino para no permitir que seamos tan bestias. Que miren por arriba de los Pirineos. Copiar lo que hacen otros es suficiente.

www.ignaciocarrion.com

EL PAÍS, 05-03-2006

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