Del 16 al 22 de septiembre en toda Europa se celebra la semana Europea de la Movilidad
(Foto: Jaume Portet)Es una propuesta de la Unión Europea para llamar la atención sobre cómo se está implantando unos estilos de vida donde cada vez hay más desplazamientos, más lejos y que queremos hacer más rápidos y además se hace de una forma creciente en vehículo privado. Esto que en su momento se presentó como progreso, libertad, modernidad... ha mostrado que tiene al crecer en la forma que lo está haciendo tienen unos fuertes impactos en nuestra salud, la naturaleza y nuestra economía que no es admisible.
Han sido los poderes públicos los que nos han metido en esta espiral de movilidad forzada y de dependencia creciente de uno mismo: con la planificación urbanística por zonas diferenciadas (residencial, industrial, comercial, de ocio...) nos obligan a hacer más viajes para lo que antes teníamos mas cerca. Al ser las ciudades inhabitables buscamos la paz en las afueras de las ciudades (peor comunicadas) y vuelta tener que hacer más recorridos diarios. Al dar un mal servicio de transporte público (en horarios, frecuencia, calidad, comodidad, rapidez...) nos obligan a depender cada vez más del coche privado.
Y ahora que nos han convencido de las bondades de éste sistema empiezan a llover los problemas: la accidentabilidad se lleva muchas vidas y genera muchos lisiados con un fuerte coste social, emocional y económico, la contaminación atmosférica -aunque menos visible- está generando más muertos y enfermos que los propios accidentes, el ruido y las vibraciones nos alteran y hacen incomodo el habitar en las ciudades (ni se puede estar en las casas, ni salir a la calle), los coches ocupan la mayor parte del espacio público, habiendo expulsado de ellas los juegos de los niños, y reducido fuertemente los recorridos caminando a la escuela, las compras de barrio o al trabajo.
Por eso cada año, la Unión Europea proponía un lema: en el 2004:
Calles seguras para los niños, el 2005:
Al trabajo sin mi coche, y este 2006:
Tu controlas el cambio climático, y es que el tráfico a motor es uno de los principales causantes de gases del efecto invernadero, cuyos riesgos cada vez se descubren mayores.
Pero aunque los impactos son cada vez más evidentes para los científicos y son más conocidos por nuestros responsables públicos, no se atreven a poner el cascabel al gato, ni ha hablar de ello con sus votantes. La ciudadanía desinformada, confiamos que la técnica y nuestros políticos sepan resolver el tema, pero ello no es así, ya no es así y mientras no reaccionemos -y ya hacemos tarde- estamos quemando el futuro de nuestros hijos.
La pasividad de nuestros cargos electos o la mera política de imagen que nada resuelve ha llevado a diferentes entidades vecinales, ecologistas, sociales... a aportar nuestro granito de arena a esta sensibilización y reflexion sobre la sociedad que estamos construyendo y su movilidad condicionada, y realizar una serie de actos durante la semana europea de la movilidad.
Así, hemos apoyado la bici como una forma de movilidad sostenible, y que requiere de un mínimo de infraestructuras y condiciones para multiplicar su uso y convertirse en una alternativa real al coche privado, si bien en combinación con transporte público colectivo en trayectos mas largos. Durante esta semana se ha pedido un
carril bici al Saler, la combinación bici + tren o carriles bici (no contaminados) también hacia los barrios del sur.
Hemos salido a la calle, con animación, y bajo el lema “
Muévete y Respira” hemos intentado sensibilizar a ciudadanos que nuestro coche nos está envenenando el aire y que la elección entre salud y mi coche no debe tener duda. Pero los vecinos en general aún no tenemos claro que ésto sea así, no nos están informando suficientemente de que el coche perjudica seriamente su salud. Ni tan siquiera los paneles que por ley deben informarnos del estado de la contaminación funcionan por eso este viernes se hizo un acto denuncia bajo el lema “
paneles blancos, pulmones negros”.
Llamar la atención, mostrar que hay alternativas (como la bici y el transporte público) y denunciar la falta de información es importante, pero no suficiente, hacía falta también abrir debates donde ir conociendo diferentes opiniones y posturas, donde ir conociendo más de qué está pasando y donde ir ensayando formas de diálogo que nos puedan, en su momento, llegar a un pacto por la movilidad que esta ciudad necesita. Por eso, durante esta semana se han celebrado dos mesas o debates públicos, uno con representantes de partidos políticos del ayuntamiento (el miércoles bajo el título de “
consulta pública”) y otro el jueves organizado por Joves Verds y la Oficina Verde europea, bajo el lema “
el coche destruye la ciudad ¿qué hacemos?
Entre las ideas que en sendos debates se expusieron están:
Valencia es una ciudad contaminada, por el ruido/vibraciones, las partículas en suspensión, y la contaminación atmosférica... aunque no sabemos en que grado, porque no se nos informa correctamente de ello.
Pero sabemos que el transporte tiene un gran y creciente peso en la emisión de gases efecto invernadero, y que la mortalidad por contaminación supera a la de accidentes de tráfico.
Que el coche perjudica seriamente la salud y que si cada vez hay más gente que va en coche es porque está mal informada y porque no se le deja más opción ante la falta y mal servicio del transporte público. Pero no es compatible el seguir apoyando el coche y tener una ciudad saludable y habitable.
Que el coche y las carreteras están fuertemente subvencionadas, contrariando el libre mercado que algunos defienden, y que por eso parece más barato ir en coche que en transporte público. Pero los impuestos, tasas del coche no pagan ni los gastos directos que éste origina y mucho menos los indirectos, que pagamos todos aunque se beneficien sólo unos pocos.
Que no se puede confundir el derecho a la movilidad con el derecho al coche privado, la reivindicación nunca puede ser opciones para ir en coche sino para poder desplazarme con una razonable rapidez, comodidad, coste.
Que Renfe cree que está por la intermodalidad cuando niega el derecho historio a reconocer la bici como equipaje, y con ello pierde muchos billetes: la captación de una estación puede estar en torno a 2 km, mientras que si aceptara la bici sería de unos 30 km.
Que la concejalía de tráfico, cree que si la gente va en coche por algo será y que no hay que ir contra ello, y por tanto hay que apoyar el coche y no la EMT (que en 14 años no ha aumentado su flota, aunque si ha hecho renovación), o el tranvía, del que dice tiene preferencia semafórica (??).
Han quedado temas para profundizar más adelante sobre peatonalización del centro histórico o aparcamientos para residentes.
Una semana de la movilidad también es una buena excusa para el arte, y de lunes a jueves se ha celebrado el I Festival BiCine, con proyección de diferentes cortos, largometrajes y videoclips donde aparecían bicis vinculadas a otras expresiones culturales y reflexiones sociales.
La semana europea de la movilidad ha acabado pero el tema sigue candente y por eso la Mesa por la movilidad sostenible de Valencia seguirá trabajando todo el año por animar a personas y grupos a encontrarse en acciones de sensibilización y debate de la movilidad, a conocer buenas prácticas y alternativas de otras ciudades y con ello a proponer un pacto por la movilidad que esta ciudad necesita.
Quien esté interesado puede contactar con nosotros en muevetevalencia@gmail.com (http://mesamobilitatvalencia.blogspot.com)
Jaume J. Portet